Parece increíble, pero quien bebe vino, VIVE MENOS:
Menos triste.
Menos deprimido.
Menos tenso.
Menos peleado con la vida.
Menos enfermo del corazón.
Piensa en ello.
Otro dato: los vinos más amargos de nuestra historia personal:
1) Vino mi suegra.
2) Vino el cobrador.
3) Vino el de la AFIP.
4) Y el más bravo de todos: ¡NO LE VINO…!!!!
Y para completar esta incursión vitivinícola: si quiere cantar, le aconsejamos acudir a http://www.youtube.com/watch?v=9hLffwg7kqA&feature=related
¡SALUD AMIGOS! Y que no falte el vino en la mesa.