La Federación de Asociaciones de Productores Asesores de Seguros de la Argentina (FAPASA), comparte la iniciativa tendiente a optimizar los costos del Sistema de Riesgos del Trabajo. Coincide en la idea de que es necesario mejorar la prestación que se les brinda a los asegurados.
Consideramos que es razonable la restricción de costos “no prestacionales” al 20% global. Pero entendemos que esa razonabilidad se ve gravemente afectada cuando observamos que se establece una limitación de los costos de comercialización, incluidos en la misma, del 5% que significa, en los hechos, una reducción real de aproximadamente el 50% de los ingresos de 24.000 PAS y sus familias.
Nos preguntamos cuál es la razón de este criterio rígido para uno solo de los diversos rubros que componen ese costo global.
La respuesta a esa pregunta -no podemos sino manifestarlo- nos alarma. Es el prejuicio o el oído atento a un “lobby” que lo sugiere, buscando no resignar una rentabilidad de tal magnitud que permite una competencia en términos difíciles de justificar técnicamente.
Todo legislador que consagre esa limitación al 5% está reflejando, además, tal vez por inadvertencia o lejanía geográfica, un desconocimiento de las realidades socioeconómicas de nuestro país. Si bien es relativamente cierto que en las ciudades más importantes del país, la respuesta prestacional está, en gran medida, a cargo de las ART, en muchas otras zonas el Productor Asesor de Seguros se integra, de manera decisiva, en esa respuesta. Dicho en otras palabras, el Productor Asesor de Seguros resulta una pieza clave que sirve a la calidad de la prestación que se le brinda al asegurado y al trabajador.
Es habitual que, por razones de cercanía o urgencia, el PAS asista al lugar del accidente, colabore en los traslados o acuerde las condiciones de tratamiento con los profesionales o instituciones prestadoras. Y que siga, después, ligado a las prestaciones complementarias, a la comunicación con las ART o con las reparticiones públicas o privadas participantes en el proceso.
Las ART son testigos privilegiados de esa circunstancia. Conocen perfectamente cuál es rol o tarea que cumple el PAS. Y saben que el aporte profesional, en muchísimos casos, tiene una importancia que necesariamente debe exceder el 5%.
No parece lógico que la rigidez de una norma afecte la posibilidad, incluso, de que las ART puedan hacer este mismo análisis y remunerarlo en función de la utilidad real de la gestión.
FAPASA, integrada por 20 asociaciones distribuidas a lo largo y ancho de Argentina, es el vehículo indicado para transmitir estas circunstancias y señalar que una buena idea puede verse desvirtuada a través de una instrumentación sesgada por la acción de sectores que priorizan intereses ajenos a las intenciones de la norma.
Por las razones expuestas, que podemos ampliar ante quien corresponda, solicitamos que se deje sin efecto la limitación referida a los gastos de comercialización.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 26 de septiembre de 2012