Especial para El Seguro en acción
Luego de un tiempo largo, he vuelto a las entrañables lides de la escritura. Y, con la mayor sinceridad, expectante de la cordial bienvenida de los lectores del News, expresada en muchos comentarios sobre la nota.
Digo, no de bienvenida, sino, de pareceres, opiniones sobre el contenido de la nota, y demases incipientes debates sobre el tema que nos ocupa.
Lo primero que quiero recordarles es que soy un simple PAS, con la posibilidad que me dan los amigos del News de expresarme a través de esta columna.
Otra cosa que quiero recordar con el mayor de mis respetos, es el empuje que en su momento me dio Raúl Carreira, quien nos sigue acompañando desde su propia dimensión; para que me lance en este proactivo juego de decir lo que pienso, intentando ser útil para quienes me honraren con su lectura. Te saludo Raul.
Dicho esto, metámonos en lo que nos atañe, el seguro de Vida y la pandemia.
Estamos en medio de una pandemia, sí. No lo podemos evitar y en este sentido, no voy a sumar ni una letra a todo lo que se ha dicho ya sobre el SARS-CoV-2; bicho de mier… que dio origen a la pandemia a la que se hace referencia desde el 20/03 aproximadamente, en cuanto medio de difusión exista. Ya sea televisivo, radial, escrito, de social media y en cuanta plataforma de difusión o información puedas pensar, o delirar.
Este bicho dio origen a la tantísimas veces mencionada enfermedad COVID-19, o, te lo escribo en inglés, 2019-nCoV.
Permítanme una especie de nota al margen. En su designación en ingles la “n” corresponde a Novel. Cosa que se me hace irónicamente morboso, porque, uno piensa en Nobel, asociándola con los reconocimientos a la excelencia en varias disciplinas científicas y sociales. Pero también, si no fuese por el cambio de V x B aunque fonéticamente sean parecidas, se corresponde con cosas Incipientes, jóvenes, recientes.
Con lo cual podríamos ironizar que este es un bicho joven que se presentó a lo grande.
En fin…. Dejando de lado mis malos chistes, el COVID-19 tiene a todo el mundo o casi, muy asustado. Y está bien que así sea porque este virus te puede matar.
Es bien sabido que la mayoría de las personas fallecidas producto de esta enfermedad, superan los 65 años. Pero también es cierto que, aunque en menor número han fallecido personas más jóvenes.
Y esto me obliga a volver a una de mis reflexiones favoritas, el seguro de vida no debe ser analizado según las probabilidades estadísticas sino según las consecuencias que acarrean los riesgos cubiertos cuando ocurren.
El indicador R0, que, palabras más o menos, mide la cantidad de personas que un enfermo de Covid-19 contagia, en días pasados estaba rondando el 1,05. Esto significa que una persona contagiada a su vez podría estar contagiando a otra.
Si el R0 fuese de 3 o superior, estaríamos viendo que el sistema de salud vuelca, debido a la cantidad de nuevos contagios que aparecerían día a día.
Y si con un R0 de +/- 1 tenemos cerca de 3.500 nuevos contagios / día, con un R0 de 3, tendríamos aproximadamente unos 10.000 contagios por día.
Uno tendería a pensar… “Qué bueno que el R0 es 1 o por ahí…”
Ahora, yo me pregunto y te pregunto, ¿Con 3.500 o con 10.000 nuevos contagios por día, vos podes decir con certeza, a mí no me va a alcanzar?
En verdad, no. Y si, ojala que no, pero… y si te contagias, ¿podrías decir con certeza, yo zafo?
No.
Esto no es más que mera especulación y tremendamente subjetiva ya que tampoco se puede afirmar lo contrario.
¿Qué quiero decir entonces con toda esta elucubración? Quiero decir que el Covid-19 te puede matar o no, igual que una gripe o un cáncer o un evento cardiaco o respiratorio.
De hecho en 2017 los fallecimientos por Cáncer sumados a las defunciones por tumores de comportamiento incierto o benigno, las enfermedades cardiovasculares, y las respiratorias más la diabetes, que integran el grupo de las ENT (enfermedades no transmisibles) concentraron el 50% de todas las defunciones registradas.
Estos datos incluyen accidentes, suicidios y demás.
En el 2018 estaría pasando algo similar y naturalmente 2020 va a romper el molde por el Covid-19 que sin dudas va a modificar las estadísticas.
Es interesante analizar las causales de defunción, porque estas explican varias cosas.
- Morir, nos morimos todos.
- La mayoría de los fallecimientos ocurren a gente adulta mayor.
- Salvo al Covid-19, a las otras causales de defunción, no les damos bola.
Estos tres puntos serian la simplificación extrema de lo que quiero decirte en esta nota.
Todos nos vamos a morir, quizá más tarde que temprano, pero aunque las estadísticas así lo prueben, no tenemos la certeza personal de cual o qué grupo vamos a engrosar cuando suceda.
Es verdad, que la mayoría de las defunciones les ocurren a los mayores. Pero mira vos que curiosidad, del total de defunciones ocurridas en el 2018, considerando a todo el país y ambos sexos; sobre un total de 336.823 defunciones, el 49,55% le sucedió a personas de hasta 74 años.
Esto prueba lo anteriormente dicho. Si incluimos a los mayores de 74 el total asciende a 100% quiere decir que el 50,45% de las defunciones fueron personas mayores de 74.
Ahora, lee bien y tomate un segundo para pensarlo. Si consideras solo a las personas de hasta 64 años, las defunciones explican el 28,98% del total.
Esto quiere decir que en 2018 Fallecieron 97.618 personas de entre 0 y 64 años, que es sin más el público objetivo para la venta de seguros de vida.
Pensalo, supongamos que en mi cumpleaños de 2018 me vinieron a saludar 9 amigos que tenían menos de 65 años, según la estadística, tres de nosotros estamos potencialmente fallecidos.
Para llegar a desarrollar brevemente el 3er punto, quiero decir, los que asesoramos y producimos seguros de vida, estamos acostumbrados a que los potenciales clientes, ninguneen de alguna forma el hecho irrefutable de la muerte y las incapacidades, las enfermedades y los accidentes. Por eso digo que a la mayoría de las causas que explican las estadísticas de defunción, no les damos bola.
Es algo que les pasa a otros hasta que nos pasa.
Naturalmente y afortunadamente hay PAS que trabajan muy bien y hay clientes que no ningunean las consecuencias de los hechos cubiertos y felizmente la venta de seguros de vida muestra una curva ascendente año a año.
Pero este no es el común denominador, ni entre los PAS, ni entre los potenciales clientes que priorizan los patrimoniales por los de vida.
Entonces, volvamos al Covid-19 y al subtítulo de la nota.
Cuanto peor, mejor… no refiere, como hacen egoístamente algunos, a la política; sino a la situación que hoy nos toca vivir como sociedad.
Cuanta más pandemia nos rodea, más conciencia toma la sociedad de la finitud de la vida. A eso me refiero.
Ya veremos en el 2021 si los seguros crecieron exponencialmente como la pandemia lo propone con la concientización de facto que producen los tapabocas. En tal caso será bienvenido el crecimiento.
Pero lo que no debe ocurrir es que el PAS crea que este es “el” momento del seguro de vida, porque, parafraseando al dicho popular, no hay pandemia que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.
El Covid-19 te pone como una bomba a punto de explotarte en la cara, la posibilidad de contraerlo y fallecer, eso es conciencia. La oportunidad está en valernos de esta conciencia y lograr que no se agote el argumento en los próximos 100 años.
Es el ejemplo claro de que las cosas ocurren y le toca en suerte a cualquiera.
Primero fueron los que tuvieron la oportunidad de viajar. Luego sus contactos estrechos y luego la circulación comunitaria.
Eso en términos de poder adquisitivo habla de la mayoría de los estratos sociales. Al igual que el acceso a los seguros.
Habrá picaros que llevando agua para su molino, dirán que hoy por hoy se están vendiendo muchas más pólizas de vida. No lo sé, pero ojala así sea.
Yo te pido, en lo personal, que proyectes esta pandemia en muchos años como un dato más de una realidad posible, que nunca tuvo su preanuncio. Casi igual a lo que sucedió con la Gripe A o H1N1 aunque no tuvo tanta morbilidad.
En el futuro, cuando te sientes con un cliente y quieras entrar en tema, podrás decir…
Todos somos vulnerables, se nos puede caer un piano en la cabeza, vivir 100 años o más, o bien ser amenazados por una pandemia como la del Covid-19.
La posibilidad concreta de que una familia pierda su sostén económico la da la vida. Desde la infinidad de situaciones que nos presenta. El tránsito, el estrés o las pandemias.
Hay algunos que argumentaran que esta pandemia conlleva también un gran deterioro económico y seguramente tendrán su razón. Pero de nuevo, en ese punto pensá que si las cosas están mal, cuanto peor estarían si les sumas la pérdida del sostén producto de esta enfermedad.
Lo dicho, cuanto peor, mejor. Ahorrar para proteger no significa pagar con los excedentes.
Significa reasignar prioridades en el gasto para que el futuro no te agarre desprevenido.
Hasta la próxima.
Excelente articulo. Muchas gracias por el aporte! Sigue siendo una traba difícil de voltear, nuestra economía, para la venta de seguros de vida. Saludos!
Muy buena nota Javier, muy claro y entendible.
Espero que muchos de los colegas y no colegas les quede claro con los ejemplos explayados en la misma.
Lo tendré a mano para contar con detalles a mis Clientes que me consulten al respecto de cual es mi visión y opinión al respecto de la pandemia.
Saludos